Capitulo 36

El plan.

Eran casi las cinco de la mañana cuando todos acordamos en hacer algo juntos.

Nadie se veía muy contento con el resultado del “plan”, había muchos puntos débiles, pero era sin duda alguna, el mejor que se nos había ocurrido.

Mazon era uno de los hombres más poderosos y anónimos del país. Nunca nadie oía hablar de él hasta que, sin darse cuenta, se interponía en su camino.

Maggie era la única que alguna vez había ingresado a su casa principal, en las afueras de Manhattan

Habíamos preparado planos rústicos para poder, al menos, ubicarnos una vez que estuviésemos dentro.

En el sótano, Maggie nos había dicho que estaban los laboratorios y las celdas. Charlie estaría allí. Vivo o muerto.

Lo único que teníamos que hacer era entrar, ir al sótano y sacarlo de allí.

Nada de enfrentamientos, nada de llamar la atención. La próxima madrugada seriamos invisibles.

Yo había sido la única en oponerse a esperar un día mas. Yo quería hacerlo ya, ir a la casa de Mazon y salvar a Charlie. Sin embargo, todos habían acordado en esperar tan solo otro día, teníamos que prepararnos, descansar, tener la mente clara.

Cuando Eric regreso y atravesó la puerta, intenté sostenerle la mirada pero él me esquivaba. Mire a Maggie, quien lo estaba mirando, y ella comprendió que algo había cambiado.

André y Terry le explicaron todo lo que teníamos que hacer, cuál sería su rol en todo eso y que debíamos hacer si algo no salía de acuerdo al plan.

Esa era la parte que mas me asustaba. André iba a extraer un poco de nuestra sangre. De esa forma, si llegaban a atraparnos, los que sobrevivían tendrían que encargarse de destruir la fuente. Ese había sido el único punto en el que todos habíamos estado de acuerdo.

Mazon no debía quedarse con nuestra sangre. Antes que eso, moriríamos.

Cuando todos estuvieron dormidos, no pude evitar sentirme mal. Como si toda la concentración que había puesto en los planos para distraerme, hubiese desaparecido. Dejando lugar solo para una cosa: soledad.

Mi cuarto estaba oscuro, solo entraba la luz del exterior y el sonido que había de fondo reflejaban a las personas nocturnas de Hamilton Heights.

Un golpe en mi puerta me sobresalto. Miré en esa dirección y encontré a Eric asomándose detrás de la madera blanca con pintura gastada.

-      ¿tienes un minuto?-. preguntó en voz baja.

Yo solo asentí, dándole el permiso suficiente para entrar en el cuarto.

Se acercó  mi, mientras estaba sentada con la espalda en el respaldar de la cama. Se sentó frente a mí.

-      Oye April, sé que no fui… yo no…-. Se quedó callado y yo lo bese.

Si, fui yo quien lo beso sin más.

Es que, me gustaba tanto cuando estábamos juntos. Pasé mi mano detrás de su cabello y lo acaricie, mientras él tomaba mi rostro con sus palmas. Su pulgar recorría mi mejilla derecha y me acariciaba, dejándome con una sensación de alivio completamente increíble.

Entonces, simplemente nos abrazamos y de la nada no pude contener las palabras.

-      Te quiero.

El me atrajo más a su pecho y yo me acurruqué en sus brazos.

-      Yo mucho mas-. Respondió y me sentí feliz por una milésima de segundo. Luego recordé a Charlie.

Él lo noto y acaricio mi cabello relajarme. Y lo consiguió.

Me obligue a mi misma a dejar de pensar y simplemente dormir. Le dejé un lugar para que se recostara y así quedamos. Uno junto al otro, intentando dormir. Mientras en lo más profundo de mí ser, un grito ahogado quería salir. Charlie. Eric.

Por la mañana, el pequeño cuarto era una completa locura.

Me desperté temprano porque no había podido dormir en toda la noche. Mi corazón no había dejado de acelerarse y en mi interior había una sensación de ansiedad que no podía controlar. Por momentos las piernas me temblaban, y a mi lado estaba Eric, perfectamente dormido.

Era tan lindo, con sus mejillas algo coloradas y su nariz ligeramente dispareja. Su cabello completamente despeinado y sus labios tan… no se qué. Eran difícil de describir, pero me hacían sentir una cosquilleo en el estomago.

Sé que todo el mundo dice que eso es el amor, pero ¿Qué sucede cuando ese cosquilleo se desvanece por el recuerdo de otra persona? Charlie no salía de mi mente y comenzaba a frustrarme.

Me levanté de la cama y antes de poder desayunar algo, López inyectó una aguja en mi brazo para sacarme sangre. Parte del plan.

Nunca me había dolido tanto que me golpearan o me lastimaran, pero sentir el acero sobre mi piel y ese pequeño pinchazo, hicieron que me estremeciera.

Clarise y Maggie estaba sentadas en la mesa, discutiendo sobre algo… al final se decidieron en que sería mejor si todos nos vestíamos con ropas oscuras para ir esa noche a casa de Mazon.

Terry, por otra parte, solo estaba tomando un café comprado, limitándose a mirarme, lo cual hacia que me sintiera incomoda.

Me senté en la mesa y bebí un poco de jugo de naranja y unas pocas tostadas de pan viejo. No teníamos suficiente dinero y no podíamos andar por la ciudad como se nos antojara, ciertamente no estábamos bien alimentados. En la madrugada estaríamos con mucha desventaja y lo único que realmente podría servirnos en casos extremos seria la inteligencia y la fuente.

Pase el resto del día con Maggie (lo sé, suena increíble). Como Clarise y Eric se habían puesto a memorizar cada lugar de la mansión de Mazon; y André y Terry solo hablaban de cosas de laboratorio para ver como harían para destruir la fuente, llegado el caso, nosotras nos encargamos de prepararnos.

Maggie respondía a cada cosa que pasara por mi mente; como que pasaría si nos separábamos o si había algún lugar secreto por donde pudiésemos escapar.

-      Solo asegúrate de no quedarte sola, ¿sí?-. me respondió luego de un rato de constantes preguntas.

André y Eric habían insistido en que yo me quedara junto a Clarise. Ella seria la persona encargada de destruir la fuente en caso de emergencia. Sin embargo, yo había insistido en que quería ir. No me quedaría, eso no pensaba hacerlo. Al final, no habían logrado convencerme porque, si algo les llegaba a pasar a alguno de ellos, la única que podía hacer una rápida transferencia de sangre seria yo, puesto que la sangre de Eric y Maggie no servía para nadie más, pero la mía podía aplicarse en cualquier caso porque yo tenía la mayor parte de la fuente. Confuso, lo sé.